La educación en línea tanto a docentes como a estudiantes nos ha sido complicada, hemos tenido que liderar con problemas de conexión, y se requiere de una buena tecnología y a lo que llamo buena tecnología es tener un ordenador y wifi, pero, aunque ambas cosas son cada vez más habituales no todo el mundo tiene la posibilidad de tener un ordenador y wifi.
Sé que esto no me sucede únicamente a mí, le está pasando a la mayoría de los estudiantes, tengo demasiadas dudas sin resolver, las clases virtuales tienen un tiempo muy corto de duración, todo es explicado muy rápido y, muchas otras tareas son enviadas sin darnos mayor explicación, haciendo que nos frustremos todo el tiempo porque no estamos aprendiendo.
Varios docentes están impartiendo sus clases mediante las diferentes plataformas, pero muchos otros están perdiendo su rol como profesores sólo mandado las tareas sin explicar mayor contenido, haciendo que muchos de los estudiantes nos sintamos preocupados y estresados ya que al final entregamos las tareas pero no estamos aprendiendo al 100%. Algunos de los problemas son:
- Insuficiente dominio de las habilidades informáticas en los estudiantes.
- La motivación del alumno puede ser complicada. Si en la enseñanza presencial ya es complicado poder estimular actitudes emotivas positivas que mejoren el rendimiento académico, en la enseñanza a distancia el problema adquiere dimensiones mayores.
- Se reducen el tipo de relaciones sociales que se establecen en las aulas tradicionales.
- La disponibilidad de las computadoras en tiempo y espacio. Según el censo de la población realizado en 2018 en Guatemala, el 68% no tiene acceso a internet y el 78% no cuentan con una computadora. Solo el 16% de los estudiantes del sector público tiene acceso a internet, lo que limita su acceso a la formación en línea durante la crisis.